La verdad es que te he elegido, impulsado por tus abundantes virtudes, conciente de tus complejos defectos.
No aspiro a la perfección o a la trascendencia, solo a la plenitud, la satisfacción de lo que considero correcto.
Por eso te elijo, porque seguimos construyendo nuestros lazos, para ambos es una relación sin precedentes.
Quisiera confiarme totalmente en ti. Sin embargo sigo temiendo que al conocerme, me declares no apto para estar contigo.
Temo pisar en el lugar equivocado, temo perder tu gracia, tus sueños y tu benevolencia.
Tambien temo un poco de ti, cuando muestras los dientes y me retas con la mirada, temo de tu ira. Pero temo aun mas a tu tristesa.
No quiero fallarte Sofía, quiero desentenderme de mi pasado, y probar la vida contigo. Una vida de nuestra propia creación.
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